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Kansas Clann: Zen P

  • Foto del escritor: Germán PC
    Germán PC
  • 3 feb 2022
  • 4 Min. de lectura


Zen P tenía la idea de armar un crew en Colombia cuando decidió migrar desde Punto Fijo, su tierra natal en Venezuela, hacia Bogotá en el 2017. Hoy es una realidad: Kansas Clann, un grupo que hoy consta de nueve artistas y productores venezolanos que han decidido hacer del rap una parte esencial de su subsistencia y de sus vidas. La energía que acompaña a Zen P me pareció cálida, contundente, directa. La calidez pasa inadvertida si no hay de por medio una palabra precisa, una voluntad de la contraparte, en este caso yo, de escucharlo con atención. Cada frase sale de su boca con fluidez y no hablo de sus letras, sino de su discurso diario.



Quizá sea la constante reflexión, la compleja realidad en la que vive o la comunión de emociones que viajan en su música con una imperiosa necesidad de llegar a ser oídas, para así cumplir alguno de sus objetivos: transformar su cotidianidad. No ha parado de escribir ni producir desde que llegó a la capital colombiana y hoy cuenta con 35 producciones entre videos de sencillos y colaboraciones.


-En Bogotá se respira la cultura Hip Hop, cuando llegué aquí me sorprendió que se le asociara al hampa-. El rap ha sido un género que lo ha acompañado desde su niñez. Una niñez difícil en la que tuvo que estar en contacto con las consecuencias de la profunda desigualdad que existe en Latinoamérica: Zen P se ganaba la vida como jíbaro en Venezuela en aquellos años. Pirilo, como le conocían en ese entonces, nunca imaginó que esa música que acompañaba su trasegar en esos años, sería la que lo sacaría de ese entorno, pues dedicaba su limitado tiempo libre al breakdance y muy poco a escribir. No era que no hubiera tenido opciones diferentes de vida en ese tiempo. Sencillamente era el camino que había elegido y su constante reflexión le ayudó a cambiar de rumbo.



Él es consciente de la capacidad de influencia que puede tener un artista y él le apunta a una influencia positiva en el mundo. Se acercó a la tradición budista Zen, de ahí el cambio de A.K.A de Pirilo a Zen P, obteniendo lecciones importantes que trata de expresar en algunas de sus letras. Lecciones que sin duda buscan contribuir a un necesario cambio espiritual desde la transformación individual:


Son tantos libros leídos

tantos besos fingidos

tantos hábitos establecidos por mis vicios

tanto tiempo invertido lanzando al vacío

mis joyas

esperando retribuyan un amor vitalicio

Mi espíritu se levantó y alzó la voz bien alto

mirando al cielo esperando una respuesta

mudando entre

la oscuridad nocturna y un oscuro asfalto

nunca pensé que la luz de mi canto alumbrara tanto

(Débil, 2020).


-Yo tuve que ver a varios conocidos en la cárcel… ¿De qué les servía tener tanta plata si no podían disfrutarla? (…) yo ahí decidí que no quería seguir por ese camino, que no tenía sentido y que se sufría mucho- me diría alguna vez. Quizá ahorita él no gane mucho, pero la satisfacción ilumina su mirada. Ha habido veces en que ha querido dejar de hacer rap, porque él tiene que velar por la adecuada manutención de su compañera y de su hijo; porque debe pagar arriendo en un lugar donde su bebé crezca en las mejores condiciones posibles. A través de su música sólo busca mostrar de forma cruda una realidad latente, ante la indiferencia generalizada en el transporte público ante su música, resultado del individualismo contemporáneo.



-Perro, a mí me interesa que la gente escuche… Me han dicho a veces que cambie las malas palabras, pero es que ese es mi estilo, ¿Sabes? -. Sin duda, se siente una energía densa, que casi se puede cortar, cuando él se sube a un bus y enciende su micrófono. Aunque recibe aplausos, él sabe que su mensaje no es digerible para la mayoría que le escucha. Tampoco por eso va a dejar de hacerlo, pues es la catarsis que, además de permitirle sobrevivir día tras día, le permite mantener su estabilidad emocional y psicológica. La determinación con que se entrega a su arte es contagiosa, quizá por eso a pesar de la indiferencia que se siente en los buses, quien recibe su mensaje lo recibe entero, sin perderse lo más mínimo.


Zen P conoce el significado de lo que expresa en inglés, pero usa las palabras dentro de versos en español y pocas veces utiliza alguna frase completa en este idioma dentro de sus letras. Esta es, sin duda, una estrategia que le ha permitido aprender algo del idioma, sin olvidar que el consumo constante de rap anglo es a su vez una fuente de aprendizaje, costumbre nacida resultado de la distribución del hip hop norteamericano hacia países como México y Puerto Rico en los años ochenta.


Considera que el rap le permite hablar de cosas que otros géneros no. Para mí es la afinidad que se construye con lo que a uno más le gusta hablar, con los temas que le permiten a uno construir la identidad con la que uno se siente más a gusto.



Él se presenta ante su público en cada bus, desahogándose, quizá cayendo en la monotonía, quizá, más bien, con un horizonte fijo: vivir algún día de la música. No es que ahora no esté viviendo de ella, pues en realidad es su único oficio, sino que a duras penas subsiste y el camino de la supervivencia es el que él no quiere andar más.


A mí nunca me molestó el reggaetón

me molesta que a estas alturas

no comprendan que escribir

es exhibir

el corazón

Es que el niño metió el cañón

por culpa de un mensaje erróneo

que lamentablemente

escuchó

en una canción

(Don Zen P, 2020)


Todo el rap de Zen P está disponible aquí

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