top of page

Seis grados de separación de mí mismo

  • Foto del escritor: Germán PC
    Germán PC
  • 25 ene 2022
  • 2 Min. de lectura



La búsqueda de trabajo la tengo en versión internacional hace rato.


Acabo de mandar mi CV a Médicos Sin Fronteras a ver si me escriben un correo para trabajar en algún proyecto en alguna parte del mundo. Estos días apliqué a dos vacantes en dos ciudades de Colombia con la OIM, a otras dos en Países Bajos, una en Brasil y otra en China (estas dos últimas en remoto). Todas tienen algo en lo que yo tengo interés, experticia o ambas.


Y eso que esas son las que en este momento recuerdo.


Mis datos circulan en varias plataformas de empleo de varios países, aquí ya son las 2:10 de la madrugada, mis pies están helados a pesar de tener medias térmicas. 6°C, que no es tan frío, pero lo suficiente para hacer todo a media máquina. Veo cómo la tenue luz del entrante invierno se asoma hacia el oriente y cómo con la misma intensidad se oculta de nuevo. A veces ni escribir es suficiente.


Cualquier camino me sirve, me digo, recordando una lección brindada por una amiga. Ella la tomó de un gato, aquel que aconsejaba a Alicia. El frío me seca las manos y el tiempo se me escapa entre los dedos; la voluntad de moverme disminuye y la tensión ante la supervivencia aumenta. A veces ni escribir es suficiente.


A veces estoy pensando en español, hablando en inglés y rodeado de voces holandesas. Me confundo. Se me olvidan las palabras, los nombres, los lugares. Disperso semillas, sonrisas y frustraciones. Con mirada obsesiva contemplo el letárgico "avance" de mi carrera y lo pongo en comillas porque, como raro, ansío resultados que no percibo.



Pienso en volver -¿volver a qué? ¿volver a dónde?- pienso en saltar y no sé si ya estoy cayendo. Ando (¿vuelo?) con la luz que se proyecta en mis pupilas, en un océano de aparentes posibilidades que sólo me dejan con la certeza de estar vivo. Esa es una certeza hermosa. A veces escribir no es suficiente.


Se atoran las ideas, busco el adjetivo exacto, el verbo preciso, el sonido oculto. Quiero gritar y no puedo, quiero hablar con alguien y descubro que ese alguien soy yo mismo. Me miro al espejo y lloro, me abrazo como nunca y mi corazón, fuerte como siempre, me recoge con fuerza y con su llama me abrasa.


"Espero que una hoja en blanco, sea siempre una fuente de inspiración para ti", algo así me escribió una profesora cuando era niño. Mi color favorito es el blanco -todos-.


¿He escrito lo suficiente?


1 Comment


cesarcortezrz2525x
May 23, 2023

Escribir es como viajar con las palabras a un lugar sin límites. No sabemos hasta donde llegue su alcance pero sin duda tocará algún lugar en el espacio de los recuerdos que aún no hemos vivido. Buena experiencia.

Like
Publicar: Blog2_Post
bottom of page